Llevo comiendo "normal" desde que me dieron hora para los análisis. En esta semana ya he engordado casi dos kilos y eso me está sentando fatal.
Mañana me harán los análisis de sangre y no quiero que salga nada raro. Quiero que los resultados sean lo más normal posible. Pero no aguanto más. Es una tortura ver como los números de la báscula suben día a día.
Tengo unas ganas de que se termine esta espera que no os podéis imaginar. Y así podré volver a mis restricciones de calorías, que aunque no me hacen feliz -ultimamente nada lo hace- al menos me hace sentir mejor.
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